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jueves, 16 de noviembre de 2017

El Sistema LIDAR de los coches autónomos gracias a IOT.


¿Has escuchado alguna vez hablar de LIDAR? Así funciona el radar del futuro, el que montan los coches autónomos de Google o Uber. 

       En un entorno donde el Internet de las Cosas es el protagonista, han llegado del futuro los coches autónomos, capaces de ser conducidos sin conductor, mediante sensores y softwares que identifican todos los elementos que aparezcan en la carretera.


      La tecnología mágica que está detrás de los coches autónomos, como los de Waymo (Filial de Google) o Uber, se llama LIDAR. Esta tecnología está basada en un dispositivo colocado generalmente en el techo del coche que emite un haz de luz láser que rebota con los obstáculos, volviendo de vuelta al dispositivo y, de esta forma, transmitiendo información de todos los elementos de la carretera: de qué elemento se trata, a qué distancia se encuentra dicho elemento, etcétera. 



       El Sistema LIDAR elabora una recreación en tres dimensiones de todo el entorno, con una visión completa de 360 grados, algo así como una recreación por ordenador del mundo real. A su vez, mediante un gran número de algoritmos, la plataforma es capaz de identificar cada uno de los objetos y atribuirles una identidad y un riesgo concreto

     Por ejemplo, el LIDAR detecta un objeto de gran tamaño, estático, a un lado de la carretera… siendo capaz de reconocerlo como una cabina de teléfono y, por ende, tomando la decisión de no hacer nada especial para evitarlo (tan sólo, seguir en la carretera sin invadir la acera). Por el contrario, si detecta una silueta susceptible de pertenecer a un humano cruzando la carretera, el coche hará algún tipo de maniobra para esquivarlo. 

     LIDAR no trata de ser un sistema exclusivo de los coches autónomos, sino que también se  encuentra en otros sectores como la agricultura, arqueología, aeronaútica, exploración espacial...

      Pese a que LIDAR es un dispositivo con un enorme potencial, no es una herramienta que funcione de forma solitaria, sino que también necesita estar conectado con otros dispositivos de sensorización: cámaras de vídeo, GPS, radares...

     Existen dos tipos de LIDAR en el mercado: los de lente única y los multilente. El primer tipo de LIDAR es más barato y ofrece un procesamiento de la información más sencillo y ágil. El segundo tipo resulta más caro, ya que es capaz de procesar más información en el mismo tiempo. Y es que, a más datos, más fácil es identificar los esqueletos de los objetos, diferenciar los aspectos geométricos de cada objeto.

¿Cómo se presentará el futuro para LIDAR?

    El sistema LIDAR se desarrolló en la década de 1960, pero, debido a diferentes factores, el sistema no ha salido a la luz hasta hace pocos años. 

      Uno de los factores es el coste elevado. Las primeras versiones de LIDAR que Waymo (Filial de Google) integró sus coches autónomos costaban alrededor de 100.000 euros por unidad. Es por lo anterior que casi nadie compraría un coche que, llevando un sensor, cueste más del doble (o del triple) que el propio vehículo.  No obstante, el precio de LIDAR está bajando de forma exponencial con el paso de los años. Entre las razones de la bajada del precio del producto, encontramos que se han averiguado diseños clave, que evitan la rotación del haz láser por medio de una serie de espejos que rotan en su lugar, más rápidos y baratos. 

      Otro handicap es la velocidad a la que se mueven los coches. El sistema LIDAR debe ser capaz de procesar toda la información de posibles amenazas en apenas milisegundos, para así poder circular correctamente y no provocar un accidente.  Además, los elementos que pueden encontrarse en la carretera  tampoco están quietos, con lo que los sensores y algoritmos del sistema deben estar preparados para su identificación y así actuar al respecto evitando riesgos. A día de hoy, la mayoría de importantes fabricantes de hardware ya están trabajando en aumentar la capacidad de procesamiento de información en tiempo real.
   
       A mi juicio, pienso que el uso de esta tecnología por toda la sociedad está próximo, ya que en algunos sitios ya se está utilizando. No obstante, existe un gran porcentaje de la sociedad que  rechaza esta tecnología y la tacha de insegura y "hackeable": un agente externo podría penetrar en el sistema informático y poner la vida del pasajero en riesgo, por ejemplo. Aun así, el avance de las tecnologías y el abaratamiento del coste de éstas, hacen que en un futuro no muy lejano podamos ver circulando por las calles coches autónomos.

       Aquí os dejo un vídeo para que veáis de qué trata un coche autónomo y el enlace de la noticia que he utilizado para elaborar este post:





1 comentario:

  1. Es un post muy completo y bien redactado. Es interesante saber que existen estos sistemas en los coches que nos facilitan la conducción. Me gusta mucho.

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