¿Has
escuchado alguna vez hablar de LIDAR? Así funciona el radar del futuro, el que
montan los coches autónomos de Google o Uber.
En un entorno donde el Internet de las Cosas
es el protagonista, han llegado del futuro los coches autónomos, capaces de ser
conducidos sin conductor, mediante sensores y softwares que identifican todos
los elementos que aparezcan en la carretera.
La tecnología mágica que está detrás de los coches
autónomos, como los de Waymo (Filial de Google) o Uber, se llama LIDAR. Esta
tecnología está basada en un dispositivo colocado generalmente en el techo del
coche que emite un haz de luz láser que rebota con los obstáculos, volviendo de
vuelta al dispositivo y, de esta forma, transmitiendo información de todos los
elementos de la carretera: de qué elemento se trata, a qué distancia se
encuentra dicho elemento, etcétera.
El
Sistema LIDAR elabora una recreación en tres dimensiones de todo el entorno,
con una visión completa de 360 grados, algo así como una recreación por
ordenador del mundo real. A su vez, mediante un gran número de algoritmos, la plataforma es capaz de identificar cada uno de los objetos y
atribuirles una identidad y un riesgo concreto.
Por ejemplo, el LIDAR detecta un objeto de gran tamaño, estático,
a un lado de la carretera… siendo capaz de reconocerlo como una cabina de
teléfono y, por ende, tomando la decisión de no hacer nada especial para
evitarlo (tan sólo, seguir en la carretera sin invadir la acera). Por el
contrario, si detecta una silueta susceptible de pertenecer a un humano
cruzando la carretera, el coche hará algún tipo de maniobra para
esquivarlo.
LIDAR no trata de ser un sistema exclusivo de los
coches autónomos, sino que también se encuentra en otros sectores como la
agricultura, arqueología, aeronaútica, exploración espacial...
Pese a
que LIDAR es un dispositivo con un enorme potencial, no es una herramienta que
funcione de forma solitaria, sino que también necesita estar conectado con
otros dispositivos de sensorización: cámaras de vídeo, GPS, radares...
Existen dos tipos de LIDAR en el mercado: los de lente
única y los multilente. El primer tipo de LIDAR es más barato y ofrece un procesamiento
de la información más sencillo y ágil. El segundo tipo resulta más caro, ya que
es capaz de procesar más información en el mismo tiempo. Y es que, a más datos,
más fácil es identificar los esqueletos de los objetos, diferenciar los
aspectos geométricos de cada objeto.
¿Cómo
se presentará el futuro para LIDAR?
El sistema LIDAR se desarrolló en la década de 1960,
pero, debido a diferentes factores, el sistema no ha salido a la luz hasta hace
pocos años.
Uno de los factores es el coste elevado. Las primeras versiones de LIDAR que Waymo (Filial de
Google) integró sus coches autónomos costaban alrededor de 100.000 euros
por unidad. Es por lo anterior que casi nadie compraría un coche
que, llevando un sensor, cueste más del doble (o del triple) que el propio
vehículo. No obstante, el precio de LIDAR está bajando de forma
exponencial con el paso de los años. Entre las razones de la bajada del precio
del producto, encontramos que se han averiguado diseños clave, que evitan la
rotación del haz láser por medio de una serie de espejos que rotan en su lugar,
más rápidos y baratos.
Otro handicap es la velocidad a la que se mueven
los coches. El sistema LIDAR debe ser capaz de procesar toda la información de posibles amenazas en
apenas milisegundos, para así poder circular correctamente y no provocar un
accidente. Además, los elementos que pueden encontrarse en
la carretera tampoco están quietos, con lo que los sensores y algoritmos
del sistema deben estar preparados para su identificación y así actuar al
respecto evitando riesgos. A día de hoy, la mayoría de importantes fabricantes
de hardware ya están trabajando en aumentar la capacidad de procesamiento de
información en tiempo real.
A mi juicio, pienso que el uso de esta tecnología por toda
la sociedad está próximo, ya que en algunos sitios ya se está utilizando. No
obstante, existe un gran porcentaje de la sociedad que rechaza esta
tecnología y la tacha de insegura y "hackeable": un agente externo
podría penetrar en el sistema informático y poner la vida del pasajero en
riesgo, por ejemplo. Aun así, el avance de las tecnologías y el abaratamiento
del coste de éstas, hacen que en un futuro no muy lejano podamos ver circulando
por las calles coches autónomos.
Aquí os dejo un vídeo para que veáis de qué trata un coche
autónomo y el enlace de la noticia que he utilizado para elaborar este post:
Es un post muy completo y bien redactado. Es interesante saber que existen estos sistemas en los coches que nos facilitan la conducción. Me gusta mucho.
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