El recurso que he escogido hace referencia al Big Data, el Small Data y qué opción es la más adecuada a aplicar en el tejido empresarial actual.
El Big Data es un término actual y del que se habla cada vez más. Hace referencia a cualquier cantidad voluminosa de datos a partir de los cuales las empresas pueden obtener información. Es decir, consiste en encontrar correlaciones en grandes volúmenes de datos. Se basa en un modelo de 3V (volumen, velocidad y variedad), aunque con el paso del tiempo se han incorporado otros factores como la veracidad, el valor y la variabilidad.
El Small Data, en cambio, hace referencia al análisis de datos más pequeños y más simples que pueden afectar a las peculiaridades de una empresa. La clave está en centrarse en aquellos a partir de los cuales se puedan encontrar puntos claves sobre los clientes o para detectar oportunidades de mejora. Es por ello que algunos profesionales del sector empiezan a referirse a esta tendencia como el Big Data de las PYMES.
Un ejemplo de ello sería el artículo escrito por Pablo Viteri dónde menciona los pasos que deberían de dar las PYMES para poder hacer uso del Small Data y de las herramientas gratuitas que las mismas podrían utilizar para hacer el seguimiento, medición e interpretación de los datos que sean interesantes para dichas empresas.
Un ejemplo de ello sería el artículo escrito por Pablo Viteri dónde menciona los pasos que deberían de dar las PYMES para poder hacer uso del Small Data y de las herramientas gratuitas que las mismas podrían utilizar para hacer el seguimiento, medición e interpretación de los datos que sean interesantes para dichas empresas.
Aun así, la pregunta a la que debemos dar respuesta es la siguiente; ¿Cuál es la mejor opción?. La respuesta queda plasmada en el siguiente vídeo dónde Tim Bussiek, VP de Marketing en Saama Technologies, razona que la clave residen en el uso de ambas de manera simultanea.
Un post breve, completo y muy interesante. Me ha gustado.
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